Historial del tren en las Rutas Pacasmayo – Guadalupe -Chepen – Chilete
Este ferrocarril conectaba dos departamentos La Libertad y Cajamarca. Originalmente diseñado para llegar hasta la ciudad de Cajamarca sólo llegó hasta Chilete. Una de las razones de no completarlo hasta Cajamarca es el hecho de que a partir de Chilete la gradiente es de 13 % lo que resultaba demasiado para un ferrocarril. Su historia empieza el 8 de marzo de 1870 cuando se abrió un concurso público para su construcción. La propuesta de un señor de apellido Barbe fue la ganadora.
En julio de 1870 la concesión fue transferida a los señores García y Zamata. Muy poco progreso se hizo y el gobierno decidió contratar el 13 de diciembre de 1870 a Henry Meiggs para su terminación. Su construcción se inició en 1871 por Ernesto Malinowsky quien trabajaba para Meiggs. En 1874 las secciones Pacasmayo-Guadalupe y Capasnique-Chilete fueron abiertas al tráfico.
En 1877 inundaciones destruyeron mucho de la línea estando así a comienzos de la guerra con Chile. Era de propiedad del Estado. Posteriormente pasó a ser administrado por la Peruvian Corporación. A pesar de estar inconcluso era uno de los de mayor movimiento del norte, transportaba minerales y productos agrícolas. Fue reconstruido hasta a Chilete en 1908. Tenía 105 km de extensión con un desvío de 26 km desde Calasnique a Guadalupe que pasaba por las haciendas de Verdún, San José y Chepén. Su trocha era ancha de 1.435 m. Prestó servicio hasta 1967.
Estaciones de la línea principal: Pacasmayo 0, San Pedro 8, Calasnique 16, Tecapa 21, Tolón 37, Ventanillas 42, Pay Pay 46, Gallito 51, Montegrande 55, Tembladera 62, Yonán 65, Quiden 83, Llallén 94, Mónica 97 y Chilete 105. Estaciones desvío a Guadalupe: Calasnique 16, San José 18, Cultambo 22, Chafán 25, Limoncarro 27, Cerrillo 29, Talambo 34, Chepén 38 y Guadalupe 42.7.
El recordado TREN fue una las vías de comunicación que lanzo a Chepén hacia el desarrollo comercial. Cientos de pequeños agricultores trasladaban sus productos de chacras o huertas hacia la ciudad. Llegaban de todas las haciendas del valle, y de caseríos de Cajamarca. El periodista Oscar Miguel Deza Gallardo recuerda que este servicio era rápido, alegre, económico y, a veces, peligroso. Era parte del paisaje ver a hombres y mujeres trasportando los mangos, ciruelas, maíz, zapallos, camote, etc. hacia la ciudad. Los huertos de la Morana, Calera Baja y Huabal eran grandes productores de la época. También las ferias patronales de los pueblos parecían cercanas unas a otras. Era fácil trasladarse a Talambo el 1 de Enero o el 8 de Diciembre a Guadalupe. Familias enteras se movilizaban para rezar al Santo Patrón o Virgen, ver buen fútbol, comer picarones o ir al baile de la feria. El TREN fue un medio integrador del Valle Jequetepeque. Termina diciendo Deza Gallardo. (Articulo emitido en el blog CHEPEN La perla del norte).
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